En este
marco, el beneficio económico ha prevalecido como criterio en la toma de
decisiones políticas por encima de otros valores como los derechos, el bien
común o la habitabilidad del planeta. El sistema político se ha puesto de lado
de los poderes económicos y ha legislado indistintamente recortando derechos
laborales o sociales o favoreciendo la destrucción del medio ambiente. Hacer
política en contra del interés general es también corrupción, y en este sentido
las instituciones de nuestro país han sido un ejemplo perfecto de cómo
hipotecar el futuro de nuestra sociedad y nuestros recursos en favor de
intereses personales, empresariales y especulativos. En Archidona tenemos un ejemplo muy claro, la
cárcel. Una cárcel que costó 130 millones de euros construirla y que lleva
gastados 1,6 millones en mantenimiento en los tres años construida pese a no
estar en funcionamiento.
130 millones de euros…qué barbaridad, ¿Cuántos
colegios se podrían abrir con ese dinero? ¿ cuántos profesores contratar? Con
esa cantidad de dinero se podría transformar la educación en Andalucía para que
no ingresaran más personas en prisión, porque ese debe ser el fin de toda
sociedad, que la ciudadanía viva de forma libre y armónica. Porque, como decía
Concepción Arenal hay que “abrir escuelas y cerrar cárceles”. Las tres
principales causas por las que los hombres entran en prisión son: delitos
socioeconómicos, delitos contra la salud pública y VIOLENCIA MACHISTA.
Es un problema sumamente grave el de la violencia
machista, con el que hay que acabar de raíz, desde los micromachismos, desde el
uso del lenguaje, hasta la trata posesiva de mujeres y la violencia verbal y
física. Es momento de apostar por una educación que enseñe que hombre no se
nace, hombre se hace. Por una justicia que ponga penas duras a los
maltratadores, por una clase política que apueste de una vez por todas por un
PACTO DE ESTADO CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA, porque los “machos”, el
patriarcado, las están matando!! Y a mí me avergüenza estar en el mismo grupo que
esos machos que se hacen llamar hombres. Prefiero considerarme un femihombre.
Sí, han oído bien un hombre feminista que cree que en la igualdad entre hombres
y mujeres, que ha aprendido con las mujeres y que quiere compartir los cuidados
del hogar y de las personas, que siempre han sido relegadas a las mujeres por
el sistema patriarcal. Como decía Simone de Beauvoir el primer paso es la
independencia económica y es que, aunque hoy en día parece superada esta
cuestión, no se ha alcanzado aún la igualdad salarial, ni la igualdad de
derechos laborales. Es imprescindible que las bajas maternales se alarguen y
que también existan bajas paternales, no podemos seguir dejando todo el peso de
los cuidados a las mujeres y queremos ser una sociedad próspera e igualitaria,
convencida de la educación y transformadora del futuro.
La crisis ha sido dura, sobre todo para las
mujeres, que siguen sufriendo más despidos por el hecho de ser mujer, que
sufren despidos por quedarse embarazadas, que temen vivir su proyecto de vida
por perder su empleo. Mujeres que se ven avocadas a la prostitución, al frío de
la calle y al calor de cuerpos de machos que las tratan como objetos, hay que
acabar con esto ya. La solución no es la legalización, no. La solución es
seguir con los controles policiales, la solución es la educación. Enseñar que
las mujeres no son un objeto, una mercancía que se puede comprar y vender. La
sexualidad libre, por supuesto, pero ni mercantilizada ni esclava.
En un estudio publicado por la Delegación de
Gobierno para la Violencia de Género, publicado en febrero de este año, el 20%
de los varones encuestados afirmaron haber consumido prostitución en el último
año, y el 10% afirmaba que muchas de ellas eran menores. ¿Qué nos pasa? La
sociedad del consumo rápido y desenfrenado tiene mucho que ver con esto,
estamos acostumbrados a quiero esto y lo quiero ahora y cuando me canso, ya no
lo quiero y lo tiro. Pues bien, esto tiene que cambiar en todos los niveles,
desde el mercado laboral, desde los abusos y desde el consumo de recursos naturales.
Y para ello hay que cambiar el competir por el cooperar, y ese cambio pasa por
la educación, cambiar el paradigma actual, derogar la LOMCE, apostar por una
educación para todas, inclusiva, que permita el florecimiento personal
integral, que permita la relación de las personas entre ellas y con su entorno.
Debemos mirar atrás, mirar los grandes logros de este país, como la Institución
Libre de Enseñanza de Giner de los Ríos, que nos regaló las dos mayores
generaciones de autores y autoras de la literatura universal, aunque muchas de
las mujeres de estas generaciones fueron silenciadas por la historia.
Y esto nos lleva a seguir indagando en el
problema de este país, que es parte de su solución y que los poderes lo saben,
porque como dijera el Ché “un pueblo que no sabe leer ni escribir es un pueblo
fácil de engañar” y de eso se aprovecharon los bancos con los preferentistas,
con los grandes préstamos para “la casa y el coche” que han acabado en
desahucios, en dolor y en tristeza. Y es que 1 de cada 3 personas en España no
lee “nunca o casi nunca”. Y de ese porcentaje casi el 50% alegó que no les
interesa o no les gusta leer.
A esto ha ayudado el PP con el 21% de I.V.A.
cultural, con la reducción entre 2008 y 2016 de más de un 50% del presupuesto
destinado a bibliotecas. Con un recorte de un 41% a los presupuestos de
cultura, mientras los Presupuestos Generales del Estado han crecido un 8,4%. Y
es que en España se cierran dos librerías al día. En cuatro años se han perdido
163 millones de euros por el cierre de librerías.
Y es que este gobierno del PP se puede llamar el
gobierno del “ESPAÑICIDIO”, ha sido el gobierno del economicidio, de los
feminicidios, del culturicidio y de los ecocidios.
Y es que ha sido el PP el que ha hecho que
perdamos el liderazgo en las energías renovables, el que pretende poner en
riesgo nuestra seguridad y compra informes para reabrir la central de Garoña,
el que permite los fosfoyesos en Huelva, las industrias papeleras en plena ría
de Pontevedra y apoya el TTIP, junto a PSOE y C’s.
Y es que
por todo ello y más cosas se nos hace imprescindible cambiar de rumbo. Es
imprescindible que Esperanza llegue a cada uno de nosotras y nos devuelva la
sonrisa, por las jóvenes que nos han dejado, para que vuelvan, para que tengan
futuro en este país, que es rico en personas y en recursos. Para que junto a su
título de licenciado, graduado o doctor no se les vuelva a dar una maleta para
que busquen futuro lejos de España, para que el talento que es fruto de la
inversión en un sistema de educación pública, de calidad, aunque con un
potencial muchísimo mayor, se quedé aquí y podamos recuperar el tiempo y el
dinero que hemos invertido en la formación de las personas, para que
recuperemos la inversión en educación y en I+D y que éstas no ayuden a resolver
las problemáticas ambientales que tenemos, para que desarrollen modelos que nos
permitan vivir de una forma más sostenible, más equitativa. Para que esperanza
no vuelva con las manos vacías hay que hacer que vuelva de la mano con ilusión.
Ilusión que no nos puede faltar este 26J para acabar con las políticas
neoliberales que amenazan y recortan nuestros derechos y pretenden acabar con
la Europa de las personas. Ilusión que no nos puede faltar en esta campaña
electoral, porque hemos logrado dejar atrás lo que nos separa para ver lo que
nos une, porque JUNTAS PODEMOS, por eso este 26J vamos a devolverte la sonrisa,
porque UNIDAS, UNIDOS, PODEMOS.
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