Una candidatura a Patrimonio
Mundial debe tener una mejor gestión, una gestión que esté al nivel de lo que
se quiere ser. Y, lamentablemente esto no ocurre en Antequera. Además del
abandono sistemático que sufre la zona del tholos de El Romeral, donde es muy
habitual que se arroje basura. Tendría que darle vergüenza a quien la arroje,
pues es responsabilidad de todas las personas cuidar nuestro entorno.
Quería centrarme en la gestión
que se hace con las visitas al conjunto de los dólmenes, el cual deja mucho que
desear. La semana pasada nos enteramos a través de la prensa de que el dolmen
de Menga tuvo que cerrar por “overbooking”, permítanme el anglicismo. Y es que no se regulaba el flujo de visitantes, algo
que sí se hace habitualmente en otros muchos monumentos españoles. Además en
los dólmenes la entrada es gratuita, lo que está muy bien para las residentes
en Antequera, pero que con carácter general es una medida que en realidad
produce perjuicios.
Invitaría a las y los miembros
del equipo de gobierno de esta ciudad a que se pasearan por la Alhambra de
Granada y el Museo del Prado, monumento y museo más visitados de España. Luego,
les pediría que volvieran al Conjunto de los Dólmenes de Antequera, el más
grande de Europa. Por último, que comparasen la gestión que se hace en los tres
lugares y aprendieran de las diferencias. En tiempos de crisis y con una
población cansada de ver mermada su educación, su sanidad y su cultura (21%
I.V.A.) las visitas gratuitas con carácter general pueden ser vistas como una
negligencia en la gestión de la rentabilidad social de un recurso cultural. Porque
cobrar la visita, aunque sea con una cantidad simbólica, contribuirá a mejorar
el mantenimiento y los servicios ofrecidos, y por lo tanto a atraer más
visitantes de una forma ordenada. Lo que repercutirá en la economía y la
creación de empleo.
Un par de apuntes que no puedo
dejar escapar sobre la gestión de la Alhambra y de El Prado: la Alhambra de
Granada tiene la mayor parte de las entradas a la venta por Internet. El
domingo la entrada es gratuita para los residentes en Granada y sólo cierra dos
días al año, el 25 de diciembre y el 1 de enero. Por su parte, el Museo de El
Prado tiene entrada gratuita para personas desempleadas.
Desearía concluir recordando que la
razón de ser de los monumentos está en transmitir el conocimiento y la cultura,
representan nuestra historia y son vestigios de formas de vida de otras épocas.
Por esto deben ser accesibles a las personas y formar parte de la oferta
turística. Pero el uso y el tiempo generan un desgaste, y ahí es donde entra la
conservación. Si no se cobra entrada, todo el peso del mantenimiento y de la
gestión caerá sobre el conjunto de la ciudadanía y eso no es justo. Dejaré muy
claro que esto no es un preámbulo para una gestión privada del entorno, porque
eso sería más injusto aún y me tendrían aquí de nuevo para defender una gestión
pública.
Si la administración local y la
andaluza son incapaces de cooperar porque tienen otros intereses, quizás sea la
hora de que admitan el fracaso de su modelo caduco y permitan ver a la
ciudadanía que otros venimos pisando fuerte con ideas, ganas e ilusión.
Carta al director publicada en varios medios el 13 de mayo de 2016.
Fuente: www.elperiodico.com |
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